La gestión del agua subterránea en Andalucía está más regulada que nunca. Este año, las autoridades han reforzado los controles y las sanciones por pozos ilegales pueden alcanzar los 50.000 €. Además, se exige una documentación más completa y estudios técnicos que garanticen la sostenibilidad del recurso (fuente).

El proceso de legalización implica varias fases: desde la solicitud de autorización para la obra de captación, la justificación del uso del agua y la inscripción en el registro, hasta la puesta en servicio del pozo (fuente). No es un trámite sencillo, y cada caso puede tener sus particularidades.

Por eso, cada vez más propietarios y empresas optan por contar con asesoramiento técnico especializado. Un enfoque profesional no solo agiliza los trámites, sino que también asegura la viabilidad y la legalidad del aprovechamiento.

En nuestro equipo seguimos de cerca todas las novedades legales y técnicas, y acompañamos a nuestros clientes en cada paso, desde el estudio hidrogeológico hasta la legalización y puesta en marcha de la captación.

Si tienes dudas sobre la legalización de tu pozo o necesitas orientación, estamos a tu disposición para ayudarte a encontrar la mejor solución.